Gnosis
Desde los tiempos más remotos el hombre ha buscado un conocimiento que le proporcione una respuesta a todo tipo de problemas e inquietudes. Preguntas trascendentales como ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿quiénes somos?, y que no han sido contestadas satisfactoriamente. Aún más, se les ha sumado un gran número de ansias e inquietudes tales como la necesidad de poseer una significación veraz de la vida, un algo que dé sentido a nuestra existencia, cuya aplicación proporcione paz y felicidad íntegra, real y total.
También diariamente sufrimos estigmas físicos, emocionales y mentales originados por fenómenos naturales y sociales (enfermedades, frustraciones, problemas de interrelación, fracasos matrimoniales, etc.) que sirven de catalizadores para buscar una alternativa que nos de bienaventuranza material y espiritual.
Así, la humanidad, en su afán de hallar salidas, ha sufrido desde revoluciones de sangre hasta implantaciones de teorías fantasiosas, desde un aumento en el número de suicidios hasta el fanatismo y obsesiones psicológicas; incluso ha creado instituciones que disfrazan el dolor-placer en felicidad, enseñanzas que endiosan a la materia o a la mente, pero finalmente siempre dejan al hombre con esa vacuidad inicial.
Sin embargo, actualmente existe un conocimiento superior que es una alternativa real, vivencial y práctica que nos transforma para obtener esa anhelada felicidad dadora de ese algo que buscamos, a esa sabiduría se la conoce como gnosis. La gnosis surge desde el inicio de los tiempos y nos explica y devela todo lo que existe en el universo.
De hecho, el estudio de la gnosis implica el reencuentro del hombre con su real origen, es el medio a través del cual el hombre puede desarrollarse internamente y adquirir la capacidad de conducirse con equilibrio en su entorno social y descubrir, por sí mismo, la finalidad de su existencia sobre la tierra.
Esta enseñanza siempre fue objeto de sublimes misterios y de un tratamiento delicado en su divulgación, pues su seriedad en importancia así lo han demandado. Pero estamos ahora en el contexto histórico de que sea entregada públicamente, y por medio de su aplicación práctica, los que anhelen la sabiduría consigan transformarse radicalmente. Su fruto es el más excelso: llegar a esa felicidad integral, a eso que es «La Verdad».
Cuando quiera y dondequiera que haya una declinación en la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y un aumento predominante de la irreligión, en ese entonces yo mismo desciendo. Para redimir a los piadosos y aniquilar a los infieles, así como para restablecer los principios de la religión, yo mismo aparezco milenio tras milenio.